.: Last Breath, Let's Survive :. [Confirmación Normal]

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Nadie sabe porque precisamente ese día, de hecho es probable que fuera simple producto del azar, ¿pero quién es capaz de adivinarlo? Ese día aparecieron, Ellos, sus naves. Fueron tan rápidas que ningún radar ni satélite fue capaz de detectarlas y para cuando quisimos darnos cuenta ya habían cubierto los cielos de las megalópolis más importantes de nuestro planeta y las habían empezado a bombardear y destruir sin ningún tipo de compasión o de comunicación previa.
Los científicos se centraron en intentar averiguar qué eran, de dónde venían y qué querían. Los habituales lunáticos a los que nadie escuchaba sus historias de abducciones fueron reclutados y buscados alrededor del mundo para intentar averiguar más sobre los nuevos invasores pero, ¿cómo diferenciar la realidad de la locura? Resultaba una tarea tediosa y complicada que requería más tiempo del que la humanidad disponía.

Los ejércitos empezaron a reorganizarse de inmediato para preparar una contraofensiva inminente pero no tuvieron más suerte que las principales capitales. Ellos, sean quiénes sean, nos conocían. Sabían a dónde dirigirse y eso nos lleva a pensar que nos han estado estudiando durante mucho tiempo. Antes de que las bases militares fueran capaces de desplegar sus tropas una multitud innumerable de pequeñas naves arrasó con todas y cada una de ellas, dejándonos totalmente indefensos y a su merced tras apenas cuatro días de su llegada.

El fin había empezado para nosotros.

Nosotros somos la Resistencia. Los pocos humanos supervivientes a toda una semana de intenso exterminio por parte de unos intrusos de otro planeta que ni siquiera conocemos. Nadie sabe quiénes son o lo que quieren, además de invadirnos, pero esas preguntas han pasado a un segundo plano cuando lo único que podemos hacer es sobrevivir al día a día como buenamente podemos.

Somos un grupo bastante numeroso, llevamos un recuento semanal y por el momento seguimos siendo más de un centenar, 167 para ser exactos. Por desgracia durante estos ocho meses hemos perdido a muchos en el camino, demasiado, más de cincuenta.
Ahora estamos más organizados y más unidos. Procuramos cuidar los unos de los otros a pesar de la patente y evidente tensión entre Militares y Civiles. Está claro que los segundos no podrían sobrevivir sin los primeros ya que Ellos siguen por aquí, en grupos más reducidos y esporádicos que durante su invasión pero aún así atareados con quién-sabe-qué, pero aún así los civiles se esfuerzan al máximo en cada una de sus tareas y lo cierto es que sin su ayuda los primeros tampoco aguantarían durante mucho tiempo. A pesar de todo muchos Militares tienden a creerse más importantes o superiores a los Civiles y es por eso que mientras los primeros se permiten el lujo de descansar en antiguas casas residenciales los segundos se ven obligados a mantenerse unidos en campamentos o edificaciones comunitarias mucho más precarias y toscas ya que son demasiados como para distribuirse por la ciudad.

La vida de la Resistencia gira entorno a su Dirigente, encargado de decidir junto al Segundo al mando su siguiente objetivo o ciudad a la que desplazarse, pues no pueden permitirse el lujo de asentarse en un lugar durante mucho tiempo ya que entonces Ellos les acabarían encontrando y exterminando, como siempre, pues ya ha pasado otras veces.
Se podría decir que son unos nómadas que se limitan a intentar sobrevivir al día a día pero hay mucho más que eso. Se mantienen en comunicación por radio con otros grupos similares y entre todos hacen frente a esos invasores, demostrándoles que aún quedan unos cuántos humanos dispuestos a luchar por su planeta. El problema principal radica en el hecho de desconocer a la especie invasora y sus propósitos pero es algo que quizá con el tiempo conseguiremos averiguar para mandarles de nuevo al agujero del que salieron.