En el abismo.. {Kayleigh}

Había tenido que estudiar toda la tarde, y para hacerlo mas difícil, tenia que terminar la tarea de Kayleigh, ya no le gustaba.. pero bueno, era grande ya, en algún momento tenia que madurar, de todas maneras apenas salió de la zona de estudio soltó un suspiro.. pensando en ella de nuevo, era inevitable no hacerlo, le dolia y le gustaba ese dolor.. era amor de jóvenes al fin y acabo, de todas formas al terminar de salir por completo de la planta, se fue a su lugar preferido.

Al llegar al balcón coloco ambas manos en la baranda.. sus ojos azules se percataron del lago oscuro que se posaba enfrente de el.. no pudo evitar abrir los labios para dejar que el viento entrara en estos..sonriente, le encantaba el lugar, sus ojos volvieron a mirar dentro del lugar.. aunque no había por que sentirse tan mal, odiaba tener que pensar en ese tipo de cosas, el.. por dentro era muy feliz como para estar asi.

Volvió a asomarse dentro de los pasillos para mirar entre estos, al ver que no había nadie suspiro y cruzo los brazo, apretujando sus ropajes como si estos le quitaran el frio que le traia los escalofríos del lugar.. camino hacia el balcón por una ultima vez y se coloco en la baranda.. recostándose a esta y mirando hacia el paisaje.. confundido, y a la vez.. nostálgico.

Se había pasado toda la tarde paseando por los pasillos del castillo, sin tener rumbo fijo. Hoy no había tenido práctica de Quidditch, por lo que se había aburrido en grande. La mayoría de las personas se alegrarían de que les hicieran la tarea, sin embargo Kayleigh lo detestaba. Se sentía un tanto insultada, ya que ella era suficientemente capaz y muy inteligente como para poder hacer sus propios deberes. Sabía que el chico rubio, oséase Clark, no lo hacía con esa intención, y más de una ocasión le había querido decir que ella podía hacer sus deberes sola, pero no tenía ni idea de por qué no lo había echo. Suspiró subiendo las escaleras del tercer piso, notando que de poco en poco se empezaban a vaciar los pasillos.

Tenía ganas de un poco de aire fresco, sin embargo no tenía ganas de salir. Recordó que había un balcón en el piso donde estaba, así que lentamente caminó hacia éste. No había nadie por ahí. Observaba distraídamente las paredes, pensando en la primera vez que había recorrido los pasillos del enorme colegio. Escuchó unos pasos y por instinto, se escondió detrás de una armadura que había. Al escuchar que la persona ya no estaba tan cerca, salió de su escondite y siguió su camino hacia el bailcón.

Al llegar notó que no iba a estar sola. Sabía quién era el chico rubio que estaba de espaldas, sin embargo no lo saludó ni mucho menos. Con todo el silencio y la cautela que pudo, se posó con gracia a lado de él, sin quedar muy cerca. Observó el paisaje con atención, ladeando la cabeza ligeramente.

Sus ojos estaban concentrados en el paisaje.. pero eso no significaba que no pudo notar a la persona que estaba ahora a su lado, solo una mirada de reojo pudo decirle quien era.. pudo sentir como un nudo se formaba en su garganta, ahogándose por encontrarse en esta situación, levanto la mano y se la llevo al cuello, confundido.. pero a la vez algo curioso, intento no hacer nada pero no podía evitarlo.. ya sus ojos decían que estaba percatado de su presencia, ya que el ojiazul no podía dejar de mirarla, le era imposible hasta un punto inimaginable, tanto así que se hacia sentir mal consigo mismo el solo pensarlo.

Se volteo para mirarla, noto como se coloco en la baranda y esto no hiso mas que ponerlo nervioso.. no sabia que decirle, como decírselo.. cuando decírselo, solo la quería ver, mirar.. disfrutar, ya que en algún momento cosas malas iban a pasar, a veces tenia unas ganas de agarrarla y abrazarla que no eran normales.. de besarla, pero eso es diferente, no ahora.. ni cerca estaba de hacerlo, al menos no en la situación en la que estaba, tomo algo de valor.. y retomo su aliento, ya tenia mas o menos idea de lo que iba a decir, y ella no era muy mala con el.. no no, simplemente era como su amistad se desenvolvió, era gracioso como el chico hacia muecas con cada pensamiento que pasaba por su mente, como si lo estuviese viviendo.

– Buenas tardes Kay. –

Dijo con una sonrisa única de el, se acerco hacia ella para quedar a su lado, el siempre había sido mas pequeño que ella, pero las cosas cambian, ahora el rubio tenia que mirar hacia abajo para poder verla a los ojos, significa que había crecido.. y eso ya es bastante, coloco una mano en la baranda.. le carcomía la emoción de abrazarla, pero ella nunca le había demostrado en ningún momento que el podía mostrarle ese tipo de amor, por su actitud.. aunque a el le atraía aun mas, sea como sea.

Sabía que Clark se había percatado de su presencia, sin embargo no le dio mucha importancia. Estaba concentrada contemplando el lago que se extendía ante sus ojos. Se veía profundo, con una negrura total. Le mareaba el tan sólo hecho de pensar en alguna vez caerse en éste. Nadie excepto su gemela sabía del miedo que le tenía a ese lago.. Kayleigh tenía pequeños ataques de claustrofobia cuando se encontraba por mucho tiempo en lugares cerrados, pero le daban verdaderos ataques cuando era en un lugar oscuro. Su mayor temor era la oscuridad.

Sacudió la cabeza, ahuyentando esos pensamientos. Se volteó, dándole la espalda a la vista del balcón. Notó la mirada del chico, por lo que se le hizo descortés seguir pretendiendo que no lo había visto. Lo miró con una rápida sonrisa ladeada. - Buenas tardes, Clark - Murmuró con suavidad.

Aunque no se notara, y nunca se lo hubiera dicho a nadie, le encantaba la sonrisa del rubio. Siempre alegre y con un toque de inocencia.. A veces hasta demás, lo que lograba que Kayleigh desesperara y lo tratara mal, aunque últimamente había estado esforzándose por no hacerlo. Y la verdad era que a la chica le desesperaban las personas excesivamente efusivas porque ella nunca había logrado ser así. Había algo que le impedía ser alegre y estar sonriendo todo el tiempo, lo mismo que le impedía ser social o ser agradable con todos. Desde pequeña había sido así, y no había cambiado su forma de ser no porque le gustara, si no porque esa actitud espantaba a las personas falsas.

Jamás en esta vida iba a poder negar como sus ojos lo dejaban loco en otra dimensión paralela imposible de explicar ya que era simplemente “imposible de explicar” ladeo su cabeza un poco algo confundido.. no podía explicar su situación, era algo que podía darle pena al mas tonto, y podía confundir al mas inteligente, de todas maneras, se armo de valor y mando al diablo todo, ¿Por qué? Por que estaban solos en un balcón y lo quería hacer.

Se echo para delante y la rodeo con los brazos, pegándola junto a el dándole un buen abrazo, pasando su mejilla por un lado de la de ella y creando roce entre estas.. de forma cariñosa, tras alejarse unos centímetros mas no soltándola totalmente del abrazo la miro a los ojos.. y dijo en una voz algo profunda y cariñosa.

- ¿Cómo has estado? Te extrañe.. –

Rara vez el muchacho mostraba este tipo de aprecio, pero era la verdad, y la verdad.. tenia que respetarse, se alejo de ella para terminar de deslizar sus brazos de su cuerpo y terminar el prolongado abrazo, colocándose en contra de la baranda y mirándola aun a los ojos, evitando que las alturas de donde estaban le molestaran, ya que de todas formas las tenia que superar algún dia.

La briza sacudió su cabello, dejándole varios mechones en la cara. Resopló, haciendo viscos con los ojos al ver los mechones. Y esa era una de las pocas ocasiones en las que Kayleigh parecía una niña pequeña, casi adorable. Se apartó de la cara los mechones con una mano, pasándosela por el cabello para medio peinarse. Cuando terminó, volvió a posar su mirada en el chico, apoyando los codos en la baranda y ladeando ligeramente en la cabeza.

De un segundo a otro estaba rodeada con los brazos de Clark, en un abrazo. Al principio se quedó rígida a causa de la sorpresa, parpadeando perpleja. Extrañamente, se sentía cómoda entre sus brazos. Con cautela y lentitud, correspondió su abrazo, rodeándolo por el torso con los brazos. Al sentir el roce de su mejilla con la de él, sintió que sus mejillas empezaban a arder. Cuando él se alejó un poco de ella, milagrosamente otra briza pasó, dejándole el cabello en la cara. Respiró hondo, tratando que el color rosado de sus mejillas se fuera. Se echó el cabello hacia atrás de nuevo con una mano. Al escucharlo, una pequeña sonrisa se asomó en sus labios. - Yo.. Bien, gracias - Lo miró enarcando levemente una ceja. - ¿Me.. extrañaste? - Murmuró sin poder recordar la última vez que alguien le había dicho esas dos palabras.

Desvió la mirada, sintiéndose extraña. Había estado varias veces a solas con él, sin embargo esta era la primera vez que se sentía así. Era una sensación agradable, pero la confundía. Nunca la había sentido antes. Notó que terminaba de deshacer el abrazo, sintiendo algo en el estómago, además de frío. Se mordió el labio inferior, intentando reprimir la confusión que estaba teniendo.

No puede evitar sonreír al verla morderse los labios.. lo hiso sentir algo raro por dentro, mas era imposible describirlo, ese tipo de sensaciones de las que se tienen que vivir para poder llegarlas a entenderlas un cuarto, o la mitad siquiera, asintió de nuevo con la cabeza.. mirándola a los ojos y sin apartarse, llevo una de sus manos al bolsillo y saco un pequeño animal que parecía hecho de chocolate, era una rana.. la levanto y la coloco enfrente de su pecho.. mientras decía.

– Si.. te extrañe, ¿Qué no entiendes que me cuesta andar por allí in verte después de un rato?.. Además.. ¿Quieres ranita de chocolate? –

No pudo evitar reír a la forma en la que el mismo lo dijo, dándole una mordida por detrás de las patitas y llenándose los labios de chocolate, sosteniéndola enfrente de ella para que la mordiera si quería, se sostuvo de la baranda para no perder equilibrio y además poder verla mejor y por encima de la ranita.. aun con su mano en el aire hiso una mueca graciosa.. apunto de hablar volvió a reírse..

– De verdad.. creo que con esto de las casas, y demás.. es tan difícil verte, que ya me estaba pegando la soledad. –

Dijo en tono gracioso, aunque muy, muy, muy en el fondo era la verdad mas sincera de todas, solo que el la camuflageaba con algo de humor y muecas graciosas y algo cute en su rostro, aunque cualquiera que le conociera por mucho tiempo lo podría entender a la perfección, o hasta mal interpretarlo hasta cierto punto, pero el era como era, Clark Jensen.

Y esos eran los momentos en los que Kayleigh sentía desesperación. Desvió la mirada, viendo al suelo. Respiró hondo nuevamente, decidiendo que este momento sería diferente. Se dejaría 'llevar' por lo que pasara, y dejaría de pensar mil veces las cosas antes de hacerlas. Subió la mirada para volver a mirarlo, con una leve sonrisa. Soltó una suave risita al escucharlo, viendo la rana de chocolate con la cabeza ligeramente ladeada. Acercó la cara al chocolate para darle un pequeño mordisco.

No sabe qué decir, por lo que asiente con la cabeza, apoyándose de nuevo en la baranda. Ladea la cabeza, mirándolo con algo de curiosidad y diversión. Sonríe de lado al escucharlo. - Lo sé, pero por lo menos estamos en el mismo curso - Dice, como siempre, en un murmuro. Pensó que en realidad no tenía gran chiste estar en el mismo curso pero en casas diferentes, pero seguro había alguna clase que compartiera con los de Hufflepuff. Y seguro que esa no sería su clase favorita, ya que la gran mayoría de los de esa casa le parecían inútiles. Sin embargo, Clark era la excepción. - Además.. Estás en tu equipo de Quidditch, ¿no? Nos tendremos que ver en los partidos, cuando Sly derrote a todos - Dijo con cierta arrogancia y orgullo, rodando los ojos para después soltar una pequeña risa.

La mira por unos segundos sin decir nada justo cuando termino de hablar.. mirando con sus ojos serios, azules y su labio posado de forma natural.. sus cejas se enarcaron lentamente mientras que un aire de pensamientos le venia a la cabeza.. no decía nada ni pretendía hacerlo, ya que la estaba escuchando y faltarle el respeto era taboo para el, sin tomarse mucho tiempo se acerco un poco mas a ella bajando la mano en la que tenia la rana, dejando que esta callera en el suelo..

– Al diablo las casas.. Kay. –

Dijo en voz seria.. mirándola y rodeándola por la cintura con uno de sus brazos, su rostro se ladeo de abajo hacia arriba para poder ver su rostro de mejor forma.. esos ojos le hacían temblar, y eso no era normal, ya que Hogwarts era grandote, de todas formas la mantuvo en sus manos por unos segundos.. antes de soltar las primeras palabras.

– No me importa no poder verte.. si cuando lo haga nada importante va a pasar.. ¿Qué tiene eso de bueno? Estar contigo.. y a la vez no hacer una diferencia.. me mata, de verdad, por dentro.. es como estar muriéndose por una estupidez tan grande como esa..

No dijo nada mas ni hiso absolutamente nada mas que mirarla a los ojos.. la respetaba mucho como para siquiera intentar algo mas que agarrarla de la cadera y acercarla levemente.. desde pequeño ese respeto fue creciendo hasta este día y no iba a cambiar sin algún tipo de consentimiento por parte de ella.

Lo miró a los ojos, notando una seriedad en él que nunca había percatado. La extraña sensación en su estómago volvió, tomándola por sorpresa. Bajó la mirada a la mano de él que segundos atrás sostenía la rana de chocolate, viendo que ahora ésta se encontraba en el suelo. Alzó las cejas, un tanto perpleja por su repentino 'cambio de humor'. Escuchó sus palabras, con aún más sorpresa. Abrió la boca para replicar, sin embargo la cerró al notar su brazo rodeándola por la cintura. Con cautela, posó su mano izquierda en el hombro izquierdo de él, mirándolo a los ojos.

- ¿A qué te refieres, Clark? ¿Qué estupidez? - Murmuró pausadamente, ladeando nuevamente la cabeza. Deslizó la mano que tenía en su hombro por su brazo, con lentitud y delicadeza, casi siendo sólo un roce, sin mover la mirada de sus azules y profundos ojos. En la vida se había imaginado estar así con él, el antes pequeño rubio que la seguía a todos lados, trayéndole libros y haciendo sus deberes.. Aunque en este momento lo veía de una manera totalmente diferente a como lo había echo años anteriores. La sensación en su estómago seguía ahí, ahora un poco más potente. Sin embargo no era algo parecido a nauseas, era algo más cálido y que se sentía bien.

Pudo sonreír apenas sintió el ligero toque de sus manos en su hombro.. pero aun no había terminado, claro que no, aun le faltaba decir muchas cosas.. cosas que eran simplemente importantes y que tenia que decirle desde hace mucho tiempo.. el problema es que a su edad, las cosas eran mas difíciles, no por las cosas que tenia que hacer, claro que no, eso lo llenaba, el problema era que de pequeño su mente era un completo lio, el estaba centrado en hacer lo que ella pidiera por las mismas palabras que una vez le dijeron sus amigos, todos creían que el era su exclavo, pero estaban erróneos, el no era exclavo de nadie, el hacia todo por querer, por que.. esa era su forma de decir.. “Te quiero” a esa edad, su forma.. de expresar sus sentimientos sin tener que usar la palabra, todos sabemos que los actos dicen mas que palabras, solo que al ser niño nadie le tomaba enserio, sus ojos azules se concentraron en ella de nuevo.. los entrecerró un poco arrugando la nariz, mirándola con los ojos nostálgicos que tal vez pudo ver alguna vez en tiempo pasado..

- No pude entender.. cuando era mas pequeño, que para poder quererte no había necesidad de.. hacer tus cosas, solo tenia que darte un poco de respeto.. tu espacio, y demostrarte lo que sentía..

Se quedo mirándola por unos segundos.. desvio la mirada hacia su mano al ver como esta la deslizaba hacia abajo.. mirándola, tomándose unos segundos de valentía para poder pensar bien lo que le iba a decir en los próximos segundos.. aunque muy en el fondo ya sabia de verdad lo que le iba a salir por la boca ya que era la pura y fresca verdad, sus ojos rodaron de nuevo a los suyos, al igual que su rostro, que vacilante mente luchaba para mantenerse firme y no faltar la mirada a la de ella..

- Por lo que.. como ya estamos, mas grandes.. por así decirlo, voy a hacer las cosas bien. - Clark desvia la mirada un poco, respirando de nuevo mientras que sus azules pupilas se movían para delante y para atrás, decía que estaba nervioso, bueno.. a aquellos que le conocían. – Te lo voy a decir, ya que no quiero.. seguir con esta inútil forma de demostrarte que me gustas, ya.. ya lo dije, me gustas.

Volvió a desviar la mirada hacia abajo al soltar esa “gigante” carga de sus labios, levantando la mano de la barandilla para colocarla en su estomago, ya le había dado revoltijo las mariposas que había comenzado a sentir desde el momento en que la vio en el balcón, aun, sin intentar absolutamente nada, levanto sus azules ojos para ver su reacción, rechazo, afirmación, todo era relativo, ya que el no iba a cambiar.