::Caleidoscopio::(1/1)//CERRADO//

Patch se encontraba en su mansión en Roma. Sus padres estaban trabajando como siempre. Jamás tenían tiempo para él así que había crecido cuidado por el servicio de la casa. Su padre era mago y su madre mortal pero su padre había renunciado a vivir en el mundo mágico por ella. Era hijo de Eliot Cipriano e Isabela Aparingi, el era la unión de estas dos riquísimas familias italianas. Hacia no mucho que había recibido la carta para asistir a Hogwarts escuela de Magia y Hechicería. No le entusiasmaba para nada.

- Paolo… ¿Por qué debo ir? – preguntó el niño de apenas once años
- Mire señoriíto Patrizio…
- Patch
- Señoriíto Patch, yo estudie en esa escuela, todo mago y bruja estudia y Hogwarts es la mejor escuela créame…
- Como sea…aquí traen todo el material que necesito…¿iremos al Callejón Diagon?
- Si así lo desea si, avisaré a sus padres
- No te molestes – entro Claudio – yo lo hice y dicen que nosotros le llevemos…

Así pues todos se dirigieron al callejón donde todo mago y bruja compraba su material escolar; no sin antes pasar por Gringotts. La familia Cipriano era muy reconocida y tenían una fortuna. El chico compró todo lo necesario y una lechuza a la que llamó Helios.

Pocos días después estaba en King’s Cross con Paolo y Francesca. Sus padres, ocupados como siempre, no le habían podido acompañar. El joven Patch observaba con envidia las familias despidiéndose de sus hijos en King’s Cross antes de que los pequeños montaran en el tren.

- Paolo, Francesca…gracias por traerme, les veré en verano – se despidió de ellos sin ningún abrazo ni nada…no eran sus padres. Subió al tren y encontró un compartimiento vacío, se sentó y observó hacia la ventana.

El trayecto pasó lento y aburrido, finalmente se colocó su túnica y bajó del tren para reunirse con los de primer año y ser llevado hacia el castillo. Aguardaron un rato en la entrada de lo que les dijeron era “el Gran Comedor”. Patch pensó que la persona que le puso ese nombre no se rompió mucho la cabeza o no era ingeniosa. Una mujer que se presentó como Minerva McGonagall les fue llamando uno por uno. Patch realmente no tenía ninguna preferencia ni ninguna casa odiada así que le daba igual donde terminase.

- Patrzio Cipriano – ese era él, suspiró subiendo al banco para esperar saber a que casa pertenecería. Sabía que realmente no le importaba, solo era una selección