{#} Elizabeth "Effy" Bellwood.

Elizabeth se describe como una chica de una belleza excepcional, aunque siempre enfundada en su vestimenta mal vista por muchas personas, ya que su look es lo que define como “Emo-Punk”. Casi siempre se le ve con el delineador negro debajo de los ojos, algunas veces incluso azul eléctrico intenso; su melena puede pasar perfectamente por negra –Aunque es Castaña en realidad- lo ha dejado crecer hasta un poco antes de su cintura. Acostumbra llevarlo suelto, pero cuando su pelo se rebela contra ella –Se le hacen pequeños risos, muy lindos por cierto- entonces es cuando lo ata, normalmente en un moño despeinado para ocultarlo, ya que odia que su hermano le diga “Ricitos”. Para entrenar también suele atarlo en una coleta alta & totalmente despeinada, así que es común que los mechones se le escapen & terminen enmarcando su bello rostro.

Sus ojos son azulados cremosos, a simple vista como si una capa de neblina los cubriera; aunque si la haces enojar se convertirán en un azul intenso… De todas formas su mirada siempre luce enigmática e inocente a la vez, lo que resulta como una combinación explosiva e irresistible. Sus labios delgados & bien marcado pueden ser una gran tentación para los chicos, más aún si le sumamos el labial "Rojo Cereza" en que suele pintarlos. Su nariz es delgada y con una terminación puntiaguda, pequeñas pecas cafés cubren gran parte de está al igual que de sus mejillas, las cuales están coloradas con un tenue rojo dándole el toque encantador & necesario que necesita. De un tono de piel aceitunado, en el sol puede lucir más translucido de lo que en verdad es.

Con el vientre plano & una pequeña argolla metálica perforando el ombligo, tiene la cintura pequeña y las caderas prominentes, sus piernas kilométricas perfectamente bien torneadas; a pesar de que esconde sus atractivos en la túnica enorme que usa, su uniforme le queda hecho a la medida; consiguiendo así verse terriblemente atractiva. Con su escaso metro sesenta y uno se le considera de baja estatura, pero tan curvilínea como una modelo de Vogue. Da la impresión de ser un ángel, acércate más y veras como las apariencias engañan.

Enigmática, sin duda alguna el concepto de esa palabra fue creado pensando únicamente en ella. Tiene ese don de dejarte con la intriga sobre todo lo que habita en ella, muy pocos son los que han sido capas de descifrar ese misterio en la que siempre está envuelta, saber alguna cosa sobre su vida es una novedad para la mayoría de las personas, entre quienes siempre no falta el inteligente que trata de llegar hasta ella. Vale, aquí les va una advertencia, No intentes saber lo que esconde esa cabecita castaña; simplemente vas a perder tú tiempo. Indudablemente ella no es como las demás chicas, por lo que las cosas convencionales no van con ella. Toda una cajita de sorpresas que logra sacarte siempre un asombro, su cerebro parece ir en frecuencias desconocidas para la raza humana, algunas veces incluso para ella misma. No es alguien de muchas palabras, aunque cuando quiere decir algo es muy eficaz, va a lo que va sin irse por las ramas, sin anestesia, ¿Te dolió lo que te dijo? Pues te jodes, así es como funciona ella. Algunas veces su exceso de sinceridad abochorna a los demás, razón por la cual la tachan de fría e inexpresiva, y ciertamente lo es, no lo niega. Le gusta la paz que proporciona la soledad, le facilita el pensar y el meditar con ella misma; por lo que es común verla sola, sentada en algún lugar lejos de la multitud con la vista perdida en algún punto de la nada. Primer error, ella nunca ve a la nada. Si fija su ojo en una cosa en concreto, aunque lo que vea sea invisible para los demás, es que hay algo allí; algo lo suficientemente interesante como para llamar su atención, lo cual queda de más decir que es muy difícil de conseguir.

Dicen que los ojos son la ventana al alma, ¡Por Jesús! Entonces Effy no la tiene, ya que lo único que veras en sus pupilas será tu rostro reflejado, pero eso no quiere decir que no hay nada más dentro de ellos, eso es solo una muestra de lo grandiosa que es ocultando sus pensamientos a los intrusos. Experta en guardar sus cosas para sí misma, es muy difícil que cuente sus problemas a las personas, exceptuando a sus amigas claro está; camina por ahí con sus aires de indiferencia hacía el mundo, a pesar de eso necesita la comprensión de otros en su vida, aunque ella nunca lo admitirá. Privilegiados son aquellos a quienes permite ver una parte de sí misma, es muy cuidadosa a la hora de elegir a las personas que quiere frecuentar. Y cuando encuentra a una persona que vale la pena, lo dará todo por ella. Defiende a sus amigos con uñas y dientes, ten cuidado, porque los sabe enterrar muy bien, los años le han enseñado como encajar la garra en lo más hondo de sus enemigos. No busca pelea, pero si la buscan la encuentran; aunque no esperen que se valla directamente a la agresividad, primero acaba con lo más importante de una persona: su autoestima. Solo bastan unas cuantas palabras para bajarle la guardia a las personas, solo una frase para hacerlos sentir una basura; sabe que un golpe a su seguridad es más fuerte que un golpe a su rostro.

Observadora, Realista, Apasionada, Confidente, Mustia, Traviesa, Luchadora, Callada, Valiente, Aventurera, Coqueta, Responsable, Organizada, Leal, Sarcástica, Competitiva & Un poco Superficial son otras características que posee. Vanidosa y Mimada tal vez sean otras palabras que la describan muy bien, sin mencionar lo Egocéntrica, por algo es una Slytherin. Ambiciosa y Perfeccionista, tiene claro que es lo que quiere y para conseguirlo siempre tiene un plan bien elaborado. Totalmente independiente, no le gusta sentirse atada a algo o alguien, le gusta disfrutar de su libertad sin dar explicaciones de sus acciones. Piensa las cosas dos veces antes de hacerlas, algunas veces incluso puede llegar a ser insegura, aunque por fuera muestre su lado fuerte. Conoce perfectamente el poder que tiene sobre los hombres, se siente orgullosa de su belleza y le agrada sentir el poder que le brindan. Sin embargo en las relaciones amorosas es muy cuidadosa, no deja que nadie se acerque más de la cuenta a su interés, así que se aleja si alguna situación semejante se acerca, lo que a su vez es raro, pues muy escasa es la ocasión en que le permite a alguien llegar tan lejos, típico en ella “Hoy en la cama mañana ni te recuerdo” claro, al menos que haya estado tan bien como para repetir.

Effy sinónimo: La típica chica rebelde de su familia, la oveja negra, la que no tiene salvación, la que mal influye, la vergüenza de la familia; algunos de tantos complementos de frases que vienen justo después de mencionar “Elizabeth Bellwood” ¿Qué si le importa a ella? En lo absoluto.

Nacida una madrugada lluviosa del 13 de abril del 2005 en el hospital San Mungo. Todos en la sala sonreían ante el glorioso logro de un parto de riesgo, todos están felices… todos menos esas dos personas que deberían estar gritándole a los cuatro vientos el nacimiento de su primera hija, ellos no sonreían, uno ni siquiera estaba presente. Su papa entregado a cuerpo y alma a la cosa más importante de su vida, su empresa, de ser legal seguramente la haría su esposa. Su madre según dicen era una buena persona que la quería mucho, sin embargo Effy no la puede recordar; ella murió a sus dos años, dejándola al cuidado de la que sería su nueva mamá, si esa mujer su madrastra; tan vana como una Barbie de malibu. Esas cosas no cambiaron en los próximos 11 años, todo seguía igual que esa tarde. Elizabeth pasaba sus días con las niñeras, con sus institutrices personales, le enseñaban como hablar, como vestir, como caminar, como comer correctamente, a ser todo lo que se considera encantadora porque “Debía ser suficientemente buena para atender y mantener ocupado a su marido, como una buena esposa” Era como un pequeño pajarillo en un intento de cantar en un prado, pero no puede, por que no es más que un títere con el destino planificado, no puede gritar. Una niña obediente, solitaria, ordenada, que con tan solo chasquear los dedos podía tener lo que quisiese, ¿Pero de que servía eso? Si no tenía voz propia, si le esperaba el mismo futuro de su estúpida madrastra, que se hacía de la vista gorda cada que su esposo llegaba con perfume de mujer y labial en la camisa “Porque era lo que una buena esposa haría” ¡Pero ella no quería ser una buena esposa!

Cuanto llego su carta de aceptación en Hogwarts fue un gran alivio para ella, saber que estaría lejos de su familia. En su primer año, apenas basto con que el Sombrero rozara su cabeza para decir la casa donde estaría el resto de sus años en el colegio. Toda esa libertad que se le prohibió por 11 largos años la tomo de golpe, toda junta, esa niña buena había desaparecido en menos de un parpadeo de ojos. Conocía el mundo por primera vez, sin ningún pelo en la boca, sin ninguna venda en los ojos, sentía que podía volar. ¿Su historia? Apenas la está escribiendo.