Conserje malo! (Molly Wasley+Caridee)

De verdad, estos conserges de hoy en día mira que podían llegar a ser molestos eh!
Mis compañeras y yo íbamos tan tranquilamente por los pasillos cuando un señor viejo y con aspecto asqueroso se puso delante de nosotras. A golpe de grito intentó echarnos del lugar con aparente nerviosismo. Que coño hacía?
Me quedé mirandole con aspecto de no tener muchas ganas de aguantar tonterías y alcé una mano para evitar que las chicas empezaran la venganza
-No nos hables como si tuvieras algún poder Squib- por supuesto, aquel idiota mal oliente era hijo de magos, pero tenía cierta minusvalía, lo consideraba exactamente igual que un sangre sucia, no era digno de dirigirnos ni siquiera la palabra- Sácate del medio o tendré que hacerlo yo misma y te aseguro que no te tocaré mugriendo bicho- arrugué la nariz dando a entender que olía más mal de lo que lo hacía a lo que mis dos compañeras, se echaron a reír. Alcé las cejas completamente impasible, ya que no se movía, bien por el miedo que le producía o por que era tonto. Me miró con la tez completamente pálida y todavía más sudorosa de lo ya habitual, ojjj.. era completamente asqueroso.. No pude aguantarlo más, levanté mi varita y con un movimiento rápido lo colgué boca abajo con el hechizo que mejor se me daba, el de atar con cuerdas. Si se movía, se enroscaban más en su cuerpo, como una enorme serpiente, lo mataría. Estreché los ojos y lo dejé ahí moviendome un poco del lado para no tocarle, como si tuviese el sida, me alejé. Pero el ruído de unos pasos quedarse quietos hizo que me girara. Alguien me había descubierto y no sabía quien era, hasta que miré a una pequeña Weasley
-Vete- la voz seca, agria y puntiaguda llegó hasta los oídos de la chica como un siseo. Mis compañeras no paraban de reír, la verdad es que estaban bastante alegres aquel día y cuanto más las escuchaba, más asco me daba todo.

No podia creer haber visto aquello, Filch era de las peores personas que conocia en Hogwarts, y odiar a mi familia era poco; pero no merecia que le hicieran eso seguramente solo por ser un Squib, él no habia decidido nacer así, era algo tan natural como que yo no tubiera el pelo pelirrojo y mi hermana si, no por ello debia ser colgado pies hacia arriba con aquel echizo tan extrañamente horrible.
En que momento me habia dirigido yo para allí si nisiquiera tenia ninguna clase o algo por esos sitios... solo iba a pedirle a Filch que me devolviera aquel objeto de la tienda de mis tios; realmente no iba a usarlo asi que era totalmente inofensivo en mis manos.

-vete- me dijo; me habia descubierto, y ahora yo que hacia? salir huyendo como harian la mayoria o ser una digna Weasley? opté por lo segundo y planté cara a aquella serpiente y su par de amigas que parecian dos hienas cada vez riéndose más y más fuerte -no tengo porqué, he de tratar unos asuntos con el conserje, tiene algo que es mio y he venido a recuperarlo- no le importaba lo más mínimo y yo lo sabia, pero que más daba, a lo mejor así me libraba de un crucio o algo parecido.

Algo me dijo en el movimiento de la chica que no sería de las fáciles. No la reconocía, no tenía ni la más mínima idea de quien era, pero una de las compañeras que estaban a mi lado, si lo hacía. Molly Weasley. Pero que era lo que pasaba en este colegio? estaba lleno de Weasleys? Eran como una gran prole, siempre rondando los pasillos, si no eran unos, lo eran los otros. Por suerte, esta chica a pesar de tener el nombre de su abuela ( probablemente ) no se parecía en absoluto a ella, su pelo marron la delataba bastante.
Alcé las cejas mirandola de arriba a abajo, mis dos amigas se adelantaron a mi, ambas a los lados de la chica se dedicaban a fastidiarla. Una le agarró un mechón de pelo entre los dedos como comprobando la suavidad, la otra su ropa desde algo más lejos.
-Que quieres de él?- miré al Squib y le piqué con la varita en el ojo mientras lo miraba con un poquito de asco. El se movió para evitarlo y en el momento, las cuerdas se ataron todavía más a el cortandole la respiración- Oh vamos asqueroso Squib, no te muevas o te mataraaas..- mi voz cantarina llenaba el pasillo de doloroso sufrimiento del hombre, la risa de las muchachas, hizo que un respingo me deshiciera la diversión. Pero por que siempre se reían tanto? siempre lo echaban todo a perder... -que le has cogido a la chiquilla? Ya sabes que quitar las cosas están mal...- empezó a sollozar de miedo y mi sonrisa volvió a mi cara con maldad sombría.

Le sonreí tranquilamente pero cuando aquellas dos se me acercaron a tocarme no pude más que mirarlas con mi mejor mirada de odio; aunque no solia mostrarla a mucha gente odiaba que se atrevieran a tratarme asi solo por ser una Weasley, éramos una gran familia y una buena familia feliz. -Si os apetece claro, estaria bien que me dejarais tranquila; ya se que le tienes envidia a mi pelo -le dije a la que me lo estaba tocando -y si, llevo ropa mia propia y no usada por nadie antes - le dije a la que estaba tocando mi ropa; ya estaba harta del típico "son Weasley heredan la ropa unos de otros"

Le ví removerse cuando ella le clavó levemente la varita en el ojo y también vi como al moverse la cuerda lo aprisionaba todavia más; si fuera un mago común podria haberse liberado el mismo sin necesidad tansiquiera de varita, pero al ser Squib no podia hacer nada; como buena Weasley que era no podia dejarle allí -Por qué no vas a molestar a alguien que pueda defenderse? Él no puede y bien lo sabes... además, es cruel, hasta para tí tratarlo de esa forma; podria morir y a ti te expulsarian por ello- dije mientras intentaba todavia que aquellas dos simplemente dejaran de estar encima mio supervisándome de arriba a abajo; no me intimidaban pero si incomodaban demasiado -y en cuanto a lo que he venido a recuperar, tansolo unas pequeñas bromas para utilizar contra algún alumno cuando me aburro- hasta yo podia admitir que tenia mis momentos bromistas, pero no era como ella, ella disfrutaba viendo sufrir al conserje.

Alcé las cejas mirando cada una de las acciones de la jovencita, realmente se veía bastante atrevida para ser una Weasley. Si, será que los cliches tenían que empezar a ser borrados poco a poco, al menos para los nuevos niños de la familia. Entrecerré los ojos volviendo a mirar a mis compañeras que se reían tan escandalosamente que la piel de mis brazos se volvía como la de las gallinas. Los nervios se me crisparon del todo y con un simple hechizo las dormí a las dos. Por suerte para ellas, no podía matarlas ni lastimarlas de verdad, pues me quedaría sin dos pánfilas a las que molestar todos los días.

Volví de nuevo la vista a la castaña Weasley y la miré de arriba abajo acercándome a ella, rozando con la punta de la varita su mentón para alzarlo y mirarla bien. Nariz pequeña, tez pálida y suave, labios no demasiado gruesos y claros ojos redondos de los Weasley. No tenía aquellas pecas ni la nariz alargada, pero si tenía algunos rasgos graciosos como los oyuelos de las mejillas. Entrecerré los ojos adoptando mi más tranquila posición. -Por ejemplo.. molestarte a ti?- pregunté alzando un poco más aquel pequeño mentón creando una mueca en su siguiente frase. -Suerte entonces que no lo mate.. para el- me giré con tanta rapidez que no le dió tiempo al asqueroso Squib a retorcerse del todo de dolor y morir en paz, como bien yo lo estaba haciendo. Se calló de pronto liberando todas las cuerdas y me dirigí a el dando unos pasos largos y rápidos. Puse ambas manos en las caderas para tocarle con la punta de mi varita como si me diera asco el mero echo de rozar su ropa asquerosa. Bajé mi cuerpo abriendo su chaqueta mientras seguía ahuyando de dolor, poniéndose de su color normal - que pena, de azul estaba mejor, verdad Ravenclaw?- pregunté mirandole con una sonrisa sombría, completamente llena de asco y dejadez. Encontré tales objetos, pero no me agaché a cogerlos, eso lo haría ella si tanto quería recuperarlos.

No era normal en mi pero le sonreí a aquella Slytherin cuando me liberó de aquellas dos y sus malditas risas estridentes, hasta para ella eran molestas... eran como la version femenina de Crabb y Goyle en una Draco Malfoy también en femenino... la verdad es que al parecer iba a repetirse una enemistad parecida a la que mis tios tubieron con malfoy pero esta vez era yo contra aquella Slytherin, y eso que yo era Ravenclaw no Gryffindor.
Se colocó frente a mí y me miró de arriba abajo, tenia su varita en mi mentón pero aquello no me incomodaba en lo más mínimo; sabia que si me hacia algo realmente podia defenderme, tenia la varita en la manga preparada para cualquier cosa; en cuando preguntó mientras seguia mantendiendo la varita en el mismo lugar no pude más que esbozar una pequeña sonrisa burlona -Si encuentras con qué si, por ejemplo puedes meterte conmigo- dije mientras la miraba a los ojos fíjamente, nunca rechazaba un "reto" o un duelo así que esta vez no seria diferente. Puse una mueca, pero lo soltó, el dolor que estaba pasando parecia agonizarle y realicé un echizo -Relassio- sobre él para que estubiera más calmado; sus gritos realmente me ponían de los nervios.
En cuanto me hizo la siguiente pregunta y ví mis cosas que fuí y recogí tranquilamente mientras sonreia levemente a Filch -las recuperé- y le sacaba la lengua burlándome un poco de él; después de todo eso volví a mirarla a la cara -Hay cosas que nunca han de ser azules; y mucho menos personas- dije tranquilamente mientras jugaba con una pelotita que seguramente si caía al suelo explotaria; seria interesante ver la reacción de aquella chica; no pude evitarlo y se me colocó una sonrisa de diversión al imaginar la escena.

Vi como se acercaba para recoger las cosas, no sin antes tener que murmurar un conjuro para que se calmara el Squib asqueroso. Rodé los ojos algo molesta, menuda tonta, por que no disfrutaba con esto como yo? Puse una mueca de indiferencia observándola desde uno de los rincones más cercanos. Apoyé el hombro en la pared acomodándome en la fría piedra que la componía cruzando los brazos a la altura del estómago con indiferencia y una de las piernas por igual, apoyando la punta en el suelo por delante de la otra pierna. Su cuerpo se balanceó ligeramente hasta encoger las piernas y mirarle directamente. Sonrió con una pizca de burla lo que realmente me sorprendió, pues contradecía lo que antes había dicho. Agarró una especie de pelotita de broma que probablemente explotaría o algo por el estilo y sacó la lengua al Squib medio verde que estaba en el suelo. Daj, que mal le quedaba ese color. Decidí apartar la vista y la miré todavía con la cara de asco que había dejado para el conserje, la que relajé para entornar una ceja algo confusa.

No hablé mientras miraba la bola rodar entre sus dedos y mucho menos le contestaría nada de lo que dijera, ese no era mi estilo y no empezaría a serlo ahora. Rodé la mirada por el suelo hasta llegar a mis compañeras sentadas en el suelo apoyadas en la pared una en la otra. Mi rostro se tornó completamente relajado, así era como tenían que estar siempre, calladas y dormidas, sin esas risas histéricas que llegaban a ponerme los pelos de punta. Más de una vez se lo había dicho, pero daba igual, eran como dos paredes de hierro donde no entraba nada más que lo que ellas querían. Me quedé observando unos segundos el lugar y luego volví la vista al asqueroso conserje

-Obibliate..- el murmuro fue escandalosamente silencioso, silbeante como el rastro que dejaba una serpiente por el lugar que pasaba. De mi varita salió un tono blanquecino como un humo que envolvió la cabeza y cuerpo del Squib hasta alzarlo un poco del suelo borrando todo rastro de lo que habíamos echo con el, no tenía ganas de que acusara a la Weasley y luego ella cantara como un asqueroso bicho lo que habíamos echo. No, no me apetecía en absoluto. Solté el hechizo confusor y guardé la varita en mi espalda de nuevo antes de que nos mirara con los ojos entornados y la mirada asustada al vernos delante de él. La chica todavía tenía la pelotita que había sacado al conserje y el estaba en el suelo. En mi mente una sonrisa traviesa que no mostraba mi rostro. El squib de pronto se puso a chillarle como un loco y yo ya no estaba a su lado para poder negar las cosas. Desperté a las dos Slys dormidas y las miré levantarse con rapidez como si nada hubiese pasado. Las tres nos dimos la vuelta para mirar lo que hacía el conserje con la chiquilla de la pelota. La soltaría ahora? Sería capaz de gastarle aquella "broma"?

La sentí observarme constantemente en cada movimiento que hice, realmente era incómodo pero almenos solo me observaba en silecio y al contrario de lo que pensaba no me lazó ningún echizo por la espalda; tenia suficiente con incriminarme sobre lo que le había pasado a Filch seguramente; ahora tenia un color verde y no pude evitar bromear con ello -Yo creo que le pega el color verde más que el azul no?- Sabia que me habia oido perfectamente por mucho que no me hubiera movido de mi lugar.
Seguia con la bola rodando entre mis dedos, pensando en si lanzársela a ella y ver como echaba a correr o vengarme de Filch por habérmela quitado cuando se dedicó a hacer contra filch un oblibiate y luego despertaba a sus dos amigas mientras aquel conserje empezaba a mirarme con cara de malas uvas pasas como diciendo -no sabes en el lio en el que te has metido Weasley- y no podia permitírmelo, asi que directamente eché a correr en la misma dirección en la que iban aquellas tres andando tan tranquilas y al pasar a su lado dije -Suerte con esto, y yo si fuera tu, me tapaba la nariz o caerás desplomada- justo habia pasado por el lado de aquella Slytherin con la que habia tenido una.. conversación? o algo parecido.
Un par de segundos después yo ya habia lanzado la bola y estallaba justo a los pies de Filch provocando una cantidad enorme de humo y un revuelo importante en aquella zona; lo bueno, a la mínima que Filch inhalara aquello ya no recordaria ni que habia pasado... solo el humo pero no que lo habia lanzado yo; una sonrisa medianamente de felicidad se instaló en mi cara y me escondí en una de las salas vacías mientras recuperaba el aliento y bloqueaba la entrada de humo a ese lugar.