I'm bad, that's it, no need to argue. {# Jared's book of people to kill

DESCRIPCIÓN PSICOLOGICA

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Jared tiene el privilegio de haber sido utilizado por la familia Valerius, Andrew. Desde el día en que nació fue educado en el más estricto secretismo de puertas para adentro de la mansión O'Brian. Dicha educación sale a relucir hoy en día, en la mayoría de palabras y gestos del Alumno de Hogwarts. En más de una ocasión ha demostrado que puede hacer completo honor a su apellido, puede ser cruel y despiadado. Su trato con las personas suele ser el justo y necesario, sobretodo con los desconocidos, no es persona de ir por el mundo intentando hacer amigos. Pero eso no implica que sea un estirado como muchos de los portadores de apellidos de la alta sociedad, justo al contrario, los genes de su padre prevalecen sobre todo y lo hacen ser alguien alegre y hasta bromista. Sin embargo puede que a día de hoy, la personalidad de Jared no sea la misma que años atrás. Descubrir sus verdaderos origenes le ha llevado a tener una lucha interna en la cual se debate entre la personalidad que han cultivado los O'Brian y la que surge de su interior cuando se aparta de ellos y se deja llevar por su verdadera persona. El problema es que las titanicas luchas internas de Jared no son tan solo en ese aspecto, si no en absolutamente todo. A día de hoy le cuesta comprender porqué el mismo hace las cosas, no se entiende en mas de una ocasión, se frustra consigo mismo y llega a parecer un completo desquiciado, aunque intenta guardarse esos momentos de descontrol a su intimidad y evitar que alguien pueda presenciarlos. Lucha por mantener vivo a aquel chiquillo luchador que surgió de repente cuando descubrió la verdad y a la vez cree que debería eliminarlo por completo de su ser para poder seguir adelante, pero teme hacerlo, teme perderse a si mismo y acabar siendo alguien completamente distinto, acabar siendo alguien al que han moldeado a la fuerza y a base de mentiras. Llega a tener momentos en que no tiene la menor idea de como actuar, se queda completamente bloqueado y ya no sabe a que parte de si mismo escuchar si a quien era o a quien debe ser. Pero aún teniendo en cuenta los cambios que rondan a su persona desde los últimos años hay partes de su carácter que no han cambiado ni un ápice. Es orgulloso como el que más, odia perder con todas sus ganas y aún más que eso odia que lo dejen mal o hagan comentarios a su costa. Jared siempre, pero siempre, contesta a cualquier comentario o similares que hagan sobre él, siempre tiene algo que decir y nunca se calla, es dominante y no deja que absolutamente nadie lo humille o lo intente, algo que lo mete en infinidad de líos, pero ante todo está su orgullo y luego lo demás. Tiene un mal perder de dimensiones estratosféricas, seguramente es el peor perdedor de la historia y para colmo también es un pésimo ganador, pues restriega su triunfo por las narices de todo el mundo, algo que a veces desespera a mas de uno, pero así es él. Nunca admitirá tener alguna flaqueza o debilidad, pues eso sería volverse vulnerable, razón de mas para hacerse el duro e indiferente ante todo, incluso ante aquello que realmente le importa, el aparentará estar pendiente de otras cosas. Cabezota hasta aburrir, nadie lo hará cambiar de opinión cuando algo se le ponga entre ceja y ceja, absolutamente nadie. Valiente de una forma irresponsable y temeraria, le da igual que sea lo que haya de hacer, el simplemente lo hace, sin pararse a mirar las consecuencias de su decisión, por si fuera poco además es alguien que cuando se enfada no atiende a razones, por lo que puede pelear el solo contra el mundo entero aún a sabiendas de que perderá, pero no parará hasta haber demostrado que puede hacerlo. Aún con todo eso, es tremendamente educado, de la forma más clásica imaginable. Sabe como comportarse en cada situación, aunque a veces se pase los protocolos por donde le parezca. La palabra de Jared Danielle es mas firme que los cimientos de la mismísima tierra, él jamás faltaría a su palabra, es un hombre de principios eso si, algo especiales, ya que cumple su palabra si, pero a veces no de la forma esperada. En el plano amoroso, si es que se le puede llamar así, es un hombre realmente complicado, de los que te saca de quicio cada cinco segundos, pues su orgullo extremo le impide demostrar excesiva atención por alguien pero a la vez es posesivo y celoso hasta la saciedad por lo que nunca sabes por donde te va a salir.