Casting para Hugo Weasley

•Una mañana bastante tranquila es lo que diría Rose, para mí en defecto la palabra exacta sería “aburrida”, si y era eso lo que pensaba sobre las primeras clases de la mañana del martes, doble-historia de la magia con el profesor Binns y para colmo acompañados de los odiosos Slytherin, es que no podían quedarse todos juntos en las frías mazmorras, haciendo cosas de Slytherin. Si y aunque mi primo estaba en aquella casa, mi padre siempre había hablado mal sobre los Slytherin y es que era verdad, la mayoría de los mortífagos fueron Slytherin y para mi aquella gente nunca había sido ni será trigo limpio.

La clase no paso para nada rápido, al final de la primera parte estaba medio adormecido, y cuando sonaron las campanas pensé que la clase había acabado y poniéndome a recoger mis plumas y pergaminos interrumpí al profesor Binns mientras contaba algo sobre las revoluciones de los duendes, de un momento a otro me volvió a la mente aun adormecida la razón porque los demás alumnos no se había levantado igual que yo hice. Tras unas numerosas risas por parte de los de Slytherin por mi error me volví a sentar para seguir con la clase, como había hecho antes volví a reposar mi cabeza sobre el libro para intentar relajarme y atender a la clase de nuevo, bueno atender no, por lo menos escucharla

Media hora después la clase llegó a su fin, y ahora si recogí mis cosas e intente salir lo más rápido que podía hacia la siguiente clase, para no ocurriera lo que precisamente ocurrió, unos chicos de Slytherin se acercaron a mi entre risas justo en el momento en el que me disponía a huir de allí a toda prisa. –Eh Weasley de donde te ha venido esas ansias por salir de clase de tu padre el traidor a la sangre o de tu madre la sangre sucia - las palabras del que parecía ser el “jefe” del aquel grupito retumbaron en mis oídos como si de un tambor se tratase, una y otra vez, y sin dudarlo dos veces me giré, esta vez si me habían enfadado, esta vez sí conocerían al verdadero Hugo Weasley y sin pensarlo dos veces – No me importa venir de una familia de lo que según tu son “traidores a la sangre” y de lo que tu llamas una “sangre sucia”, porque es mejor eso que ser hijo de unos sucios mortífagos que cuando Voldemort murió lo único que hicieron fue volver a nuestro bando diciendo que estaban bajo la maldición impero – acabe mi discurso y como si se tratara de una carga muy pesada me sentí mejor, relajado y tranquilo en cambio los Slytherin se quedaron perplejos, mirando como me largaba por el pasillo con una sonrisa en la cara.

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